domingo, 23 de enero de 2011

Aquel, Innombrable

Soy tu epitafio,
estoy aquí sólo por ti
soy el que habita en los más profundo
dentro de ti

sé que maldices el día en que te conocí
y como una roca atada en tus pies
no te permite seguir

el terror ya parece distante
aunque que cada noche,
aún te acompañe a dormir

déjame alejarte del camino
quiero mostrarte
tu propio interior

abre tus ojos,
tú no importas más
eres de nadie
nunca te repondrás
restos de vida brotando de esos ojos
como si hubiera algo que lamentar

Arde, arde prende fuego a lo que deseas olvidar
esperando lo que nunca llegará
maldigo mi vida, te maldigo a ti
no te quiero más,
fuera de mí

nunca lo entenderán
con el paso del tiempo
jamás entenderán

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