viernes, 6 de agosto de 2010

Tarde de Abril

Tanto siento haberte alejado
tanto siento no tenerte aquí

sé que no lo puedo manejar
que no merezco, que no nací para vivir así

mientras caigo siento tus manos sobre las mías
casi como queriéndome acompañar hacia la obscuridad

¿y cómo sé que no eres producto del dolor?
si ya no puedo distinguir el delirio de la
realidad

¿cómo puedo volver a llenar corazones vacíos?
que reposan inertes, apresados por la realidad

se vuelven rocas
tan fríos como la mañana que sigue al llanto
crueles vestigios que hablan
de un pasado mejor

y así quisiera olvidar
miles de recuerdos que vienen y se van
tantas palabras, que nunca más
podría volver a recitar

no podré dejar ir ese día
donde el sol acarició tu rostro
frente a mi
y tu mano se llevó todo
lo que alguna vez fui
ese pequeño mundo interior
de quien se entrega con brazos abiertos
y el que no se permite sinceramente mostrar

con una llama comenzamos
y en llamas he también de terminar
aquel que guarda recuerdos de tardes de abril
aquel que se estremece al escuchar tu nombre
cada vez
y que a pesar de haber perdido
se niega tan fervientemente
a olvidar

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